Hacer la compra ya no es como antes. Los mercadillos van dejando paso a los supermercados de grandes superficies. Actualmente estamos rodeados de miles de productos ultraprocesados que han demostrado ser perjudiciales para nuestra salud. Y no solo es esto, tambien los productos que aparentan ser más saludables en realidad nos hacen más mal que bien. Reclamos como 'alto en proteínas', 'sin aceite de palma' o 'sin azúcar añadido' tienen un solo fin para la industria alimentaria: incrementar las ventas, a expensas de nuestro bienestar. Ante la desinformación del consumidor, las falsas creencias arraigadas en nuestra cultura, la falta de educación nutricional, el aumento de bulos en redes sociales, y el afán de las empresas por aumentar la facturación, conlleva que nosotros como consumidores nos encontremos inmersos en un sin fin de malas decisiones cuando vamos a hacer la compra. Echar un producto al carrito es una tarea fácil, pero saber elegir que productos son más saludables y cuáles son más insanos, ya es una tarea más compleja.